domingo, 21 de diciembre de 2008

La perfección de un instante





Cafetería: ENBA, 2.00 p.m. aprox.,el aburrimiento y la desilusión del menú de hoy no prometían mucho para después, tal vez un café pueda remediarlo, de pronto desde alguna otra mesa el saludo en una voz que me resulta familiar me hizo girar la mirada y confirmar que se trataba de unos amigos, aunque cerca a ellos y mas cerquita a mi, afortunadamente, se encontraba ella ,almorzando sola como es su costumbre, y fue en la curiosidad tal vez donde halle un valor inesperado -como suele suceder en aquellas situaciones- que me impulso con paso firme y seguro, como quien se va abriendo paso entre la gente para decir ¿bailamos?, a conversarle para conocerla y preguntarle por que no respondía mis mails.Al principio algo ansioso por saber mas cosas sobre ella, aunque luego las palabras se sucedían una tras otra, hubieron algunas pausas y sin que nos percatásemos, silenciosamente los colores se iban alejando de la cafetería, y sin darnos cuenta de pronto estábamos solos y a solas y desprendidos ya del misterio que nos envolvía y de lo que esperábamos de nosotros, ¿mejor o peor?.A veces lo pequeño es lo inmenso, como en esos pequeños gratos silencios en que podía oírme pensar mientras la observaba, entonces entra despacito el joven que recoge la mesa y lo que en ella dejamos y ya no queríamos se va, y con ellos se fue el deshielo entre ambos, junto con el amigo que al principio me paso la voz, y quedo entonces la mesa puesta para lo que venia, y en eso entro con su perfume la paz que encontramos, y mientras charlábamos, mientras me iba diciendo, lo que se podía o quería contestar, recordó sus deberes y se alistaba para su siguiente clase, entonces eramos nosotros quienes ahora dejábamos la mesa, y mientras andábamos por los pasillos iba pensando en lo que aun no nos preguntamos...................... pero hay veces en las que si quieres decir algo es mejor guardar silencio y prestar atención a la bella melodía que tu música interior va entonando, melodía producida gracias a la maravillosa perfección de un instante.


Inescrutable

sábado, 18 de octubre de 2008





jueves, 16 de octubre de 2008

domingo, 12 de octubre de 2008

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domingo, 14 de septiembre de 2008

LA BUSQUEDA

Dos de la tarde, y el sábado ya en la segunda parte de su estadía, mostraba un clima muy disfrtuable para ZZ, es decir no era agobiado por el calor de los primeros días de aquel verano que ya mostraba su exasperante calor; mas esa parecía ser una buena señal, él se encontraba por la Javier Prado, específicamente en Las Begonias, entonces decidió comprarse un helado, no tanto por que hiciera mucho calor, sino para acompañar la buena tarde (clima), y mientras saboreaba el helado, recordaba que hace dos semanas (¿tanto tiempo había pasado?) estuvo por esos lugares pero no solo, estaba con Pilu, a la cual él llamaba “la mujercita”, claro, no se lo decía a ella (o no siempre), aunque no era algo que le disgustara, siempre sonreía.
Sin darse cuenta ya se encontraba camino a su casa, del helado no quedaba nada, y él tranquilo y refrescado, pues aún no tenía un celular, ni siquiera sabía cómo usarlo, tiempo más tarde su vida cambiaría cuando aquel artefacto formara parte de su vida, y como a tantos, se volvería en indispensable. Cuando llegó a su casa, sonó el teléfono, contestó y…


ZZ: Aló!
Pilu: Hola Z!
ZZ: Hola Pilu, cómo estas?, qué has hecho hoy?
Pilu: Aquí, pensando.
ZZ: Pensando en qué?
Pilu: En ti, en todos estos días sin vernos.
ZZ: Sí, yo también estuve pensando en ti, en la última vez que nos vimos.
Pilu: Es demasiado, no?
ZZ: Sí, demasiado, … por qué no nos vemos?
Pilu: Ya!
ZZ: Podríamos ir a comer a un sitio que me han dateado, y después ir a algún lugar a bailar.
Pilu: No!
ZZ: No?
Pilu: Es que hoy hay un tono en la casa de Mario.
ZZ: Es su santo?
Pilu: No, es santo de su hermana, Chami.
ZZ: Ah Chami, me acuerdo de ella, está bien entonces vamos.
Pilu: Ya, qué bueno!
ZZ: Cómo hacemos?, voy a tu casa?, nos encontramos en algún sitio?,…
Pilu: No, nos vemos allá, es que estaré con Sadi y Mafe, y nos iremos juntas allá.
ZZ: Ok!, nos vemos allá, a qué hora irás?
Pilu: Seguro entre once y doce.
ZZ: Entonces llegaré a las doce y media.
Pilu: Ya, te esperaré (sonrisa), pero vas a ir no?
ZZ: Claro, sobre todo porque tengo ganas de verte.

Luego se despidieron, (no se transcribe la despedida porque duró casi como la conversación), ZZ estaba emocionado, los días habían pasado sin darse cuenta, y ahora solo esperaba que las horas que faltaban para las doce, se pasen con la misma velocidad, cosa que no sucedió, en su percepción, así que a las ocho de la noche decidió, salir de su casa y ver a un pata (para hacer tiempo). Llegó donde R, y como tantas veces, se pusieron a conversar de muchas cosas, chamba, cine, chicas, la vida, el amor, el desamor (tema más recurrente), y así se pasaban las horas, ya eran la diez y media, y para amenizar la conversa R sacó un vino, y las cosas dichas adquirieron no una ligereza, sino una profundidad, en la cual se escarbaba cada punto de cada tema, ZZ entusiasmado e imbuido en la conversa no volvió a ver su reloj, y como no tenía celular, Pilu no podía llamarlo (nadie podía llamarlo ni ubicarlo nunca en ningún momento de ningún día, cosa que le hacía ganarse muchas quejas e insultos). Hasta que en un momento en que se distrajo, su mente se dirigió a otro lugar, donde estaba otra persona, Pilu, entonces vió su reloj con prisa desesperada, y dijo…

ZZ: Carajo, ya son las doce! (con un tono de reproche y preocupación)
R: Tienes que ir a otro sitio?
ZZ: Sí, un tono donde estará “la mujercita”.
R: Anda nomás, no hagas esperar a tu hembrita.

Y salió rápido, pero por qué tanto apuro?, por qué llegar puntual a una reunión que podía llegar a cualquier hora?, sería por Pilu?, acaso recibiría alguna queja su tardanza?, era por la ansiedad que generaba en él verla?, era lo más probable, no era lo único probable, y por la voz de ella en su conversación por teléfono supo que ese sentir también estaba en ella, Pilu, la chica que quería, la que en varios días no había podido verla, y que en unos minutos sí lo haría.
Los minutos pasaban, su desesperación aumentaba; entonces decidió tomar un taxi, pues la casa de Mario quedaba lejos, donde no había mucho tránsito (una de esas zonas demasiado tranquilas y demasiado alejadas de la ciudad). Parado en una esquina, esperaba un taxi, sin darse cuenta que había una chica detrás de él (hace unos minutos que había llegado), ZZ volteó, la miró, era bonita, pasaban los minutos, las combis, los micros, los carros, pero ella no se movía, él se preguntaba por qué no subía en alguno de los micros?, la miraba, la chica estaba arreglándose el cabello, después sacó de su bolso un lápiz labial, y empezó a aplicárselos en los labios, a los cuales ZZ le prestó más atención, eran carnosos y bien formados, al igual que la chica en general, delgada y bien formada (un cuerpo sin excesos). Ya habían pasado casi quince minutos, y la situación seguía igual, y la pregunta regreso a él, por qué no se iba, si ya habían pasado todos los micros que podían circular a esa hora y ese día?, y si no era así por qué no tomaba un taxi?, tal vez sería por la misma razón que él, y es que no pasaba un taxi, hasta que observó que se acercaba uno, y las preguntas y respuestas que se hacía respecto a la chica continuaron, tan joven y sola a esta hora?, no parece muy seguro, será una universitaria? (había visto en su bolso algunos cuadernos?), habrá tenido una reunión de estudio, en la casa de algún amigo o amiga. Levantó la mano, el taxi paró…

ZZ: Cuanto es hasta la calle Amancaes?
Taxista: En Rimac?
ZZ: No, es en Surco.
Taxista: No conzco,
ZZ: Yo te indico.
Taxista: Ya, pero son ocho.
ZZ: Está bien.

Se subió, y una vez cerrada la puerta (del asiento al lado del conductor), miró una vez más a la chica, y se preguntaba, si no pasaba su micro, por qué no quiso irse en el taxi?, no tendría plata?, pero podría pagarlo llegando a su casa, o estaría esperando a alguien?, un amigo, su viejo o su enamorado que la recogerá?, pero por qué no llamaba por su celular a alguno de ellos?, fue entonces que lo último que pensó luego de agotadas todas las alternativas, que talvez la chica no era estudiante, o sí, pero a esa hora?, en ese lugar?, sola y sin parecer tener el apuro, como él, de ir a otro sitio (su casa)?, podría estar a la espera de cualquier persona, que le pida compañía por unas horas a cambio de una cifra (para entonces la chica ya había desaparecido de su vista, el lugar había desaparecido de su vista, pero una sensación rara lo invadió).
Luego la imagen de Pilu volvió a su mente, y su ansiedad también, pero con mayor intensidad, el taxista lo distrajo de ella, para preguntarle…


Taxista: Ya estamos al final de Benavides, aquí me tiene que indicar.
ZZ: Sí, das la vuelta a la izquierda y …

Le fue indicando hasta llegar, unas cuadras antes ya escuchaba la música y la bulla generada por las voces y risas, vio la hora en el reloj en forma de pequeño globo terráqueo que tenía el taxista sobre su tablero, eran casí la una y diez; una vez llegado al lugar, le pagó y se bajo, habían tres personas en la puerta que estaba abierta, ZZ pasa saludándolos sin conocerlos, deben ser patas de Chami, se dijo, y cuando entra en la casa, ve que está llena de gente, de dónde tanta gente?, deben ser amigos no solo de la cumpleañera, sino también de sus hermanos. Ya adentro se encontró con los que conocía, Julín, Francho, Mario, por un lado, después fue donde Sandilla, Cata, Diego, Albi, Goncho, pero mientras conversaba con ellos sus ojos quería ver a Pilu, sus oídos trataban de escuchar su voz, pero había demasiada gente, le preguntó a Diego…

ZZ: Ya llegó Pilu?
Diego: Hace rato, como a un cuarto para las doce, vino con Mafe, Luco y Sadi.
ZZ. Dónde está?
Diego: Está en el Jardín, estuvo preguntando por ti.
ZZ: Sí?
Diego: Sí, me dijo que te avisara donde estaba cuando llegaras.
ZZ: Ok!

Entonces él se fue a la cocina, como buscando algo para tomar, y de paso ir por el jardín con la excusa de la multitud y el calor, así fue que poco a poco se encontraba con otros patas, y poco a poco se acercaba donde estaba ella, hasta que se quedó conversando con un grupo a unos cinco o seis metros de donde estaba Pilu, acompañada de Sadi, Nico, Roxi, Fer y Cristona; y la veía con su visión panorámica (hacía un paneo por todo el lugar, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda), se veía tan linda, quería acercarse y abrazarla, pero no podía porque solo unos cuantos sabían…, tantos días de no verla y ahora verla pero no poder hacer siquiera eso; se dirigió hacia otro grupo pero que estuviera cerca al de ella, así se pasó buen rato, con intervalos de baile, y es que no podía quedarse esperando, hasta que Diego se acercó a él y le dijo

Diego: Ven para que saludes a la gentita.

Y es que Diego era uno de los pocos que se encontraban en aquel tono, que sabían de …, entonces se acercaron al grupo de Pilu, ZZ saludo a todos dándoles la mano, y a todas con un beso en la mejilla, pero cuando llegó a Pilu, el saludo fue más largo, el beso fue un beso (no los de los típicos saludos), fue una caricia, ella hizo lo mismo, le agradó sentir la calidez de sus labios, ella lo vio sonriéndole y le preguntó …

Pilu: Por qué te demoraste tanto?

No había en lo dicho un tono de queja, era más bien, preocupación, y afecto, y es en esos momentos que las palabras suplen al tacto…

ZZ: Es que no encontraba carro y me vine en un taxi.
Pilu: Ya pensaba que no vendrías.

Mientras decía eso, ella agachaba la mirada, como para que él viera cómo se sentía en esos momentos, algo triste y resignada, y ZZ al verla le dice suavemente…

ZZ: Cómo crees que ni iba a venir, después de todos estos días.
Pilu: Sí, pero aquí no podremos.
ZZ: Ya lo se, pero podremos bailar!

Ella se ríe, y lo mira como afirmando y con una pizca de complicidad, para salir a bailar. Los demás no se metían en la conversación, respetando la situación, pero para disimularlo, entonces Fer , Nico y Sadi, también conversaban con él. Luego de unos minutos Caty se acerca y saca a bailar a ZZ, mientras dice…

Caty: Chicos, por qué no bailan!


Y bailó, bailaron salsa, conversaron, chelearon, bailaron Pop, merengue; así canciones, tragos, palabras, risas, se intercalaban, se cruzaban, y luego de unos instantes de pausa que se había tomado ZZ, para tomar aire, pues el último baile con Roxi fue muy agotador; fue un a la cocina por otra chela, y en el camino se cruzó con Pilu, hicieron como si se saludaran con la vista, había gente alrededor, y cuando pasaron uno junto al otro, se rozaron los dedos de la mano izquierda de él don los de la derecha de ella, ninguno volteó, no era necesario. Unos minutos después ZZ estuvo conversando con Julín y Goncho, sobre lo que sucedía en el país, con ellos siempre hablaba de esos temas y siempre la cosa se acaloraba, por eso las chicas, siempre las chicas, acudían para relajar las cosas, hasta que empezó a sonar una canción, era “Quiero perderme en tu mirada” de Carlos Vives, ZZ deja de prestar atención a las palabras, y empieza a ver hacia todos lados, entre la gente (ya casi todos estaban bailando), se aparta para poder ver mejor, pero no estaba solo viendo, estaba buscando, pero no más trago sino a ella, y entre las parejas que bailaban la ve, la ve buscándolo con la mirada; ZZ avanza entre todos hasta que pasa por su lado como distraído, ella lo ve, toma su mano y lo lleva a bailar, y bailaron, y disfrutaron el baile, mientras conversaban, reían, ella estaba alegre, y antes de terminar la canción y el baile, él se acerca y le dice al oído…

ZZ: Mañana te llamo.

Pilu lo mira a los ojos y sonríe, y dice sí, SÍ, moviendo la cabeza, y en sus últimos pasos de baile le demostraba la felicidad que sentía en ese momento y por lo del día siguiente. Después todo seguía igual, hasta que a las cuatro y media ya se fue retirando la gente, y entre ellas Pilu y su grupo; ZZ se quedó un rato más, fue a la mesa del comedor a servirse un vodka, se paró en la terraza con el vaso en una mano y un cigarrillo en la otra mientras pensaba, esa canción era la señal para que bailaran, y es que él sabía que era una de las favoritas de Pilu, y ella sabía que ZZ sabía de eso, y que a pesar del tiempo que pasen sin verse se acordaría de ese y otros detalles más, bebió un sorbo de vodka y el calor que lo invadía se mezclaba con esa agradable sensación que le producía siempre al verla, y solo esperaba que llegara la tarde del domingo para volver.




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domingo, 17 de agosto de 2008

miércoles, 23 de julio de 2008

jocosa indignación

El sábado leyendo el Comercio, no pude contener la risa al enterarme de dos noticias, una sobre un geiser en plena calle miraflorina, se trataba de una fuga de agua en la calle Berlín, la cual alarmó a los vecinos. Pero no se trataba de una nueva fuente de agua, de las que el Alcalde se ha acostumbrado últimamente a hacer, sino de una fuga de de agua en una de las redes sanitarias que pasan por la calle, y es que el tubo se encontraba expuesto debido a una zanja, como parte de los trabajos de remodelación, y es que lo gracioso no fue eso, sino lo que originó el accidente, pues según las versiones oficiales, pues el culpable fue borracho que pasaba por ahí que en su zigzagueante caminar tumbó uno de los mojones que sujetan las redes de protección.

La otra noticia era sobre unos invasores que estaban sembrando maíz y cebolla en un monumento arqueológico. Y es que según la noticia, un gran número de invasores del Santuario Histórico Bosque de Pomac (hecho ya grave de por sí), y es que estos invasores están usando como campo de sembrío la huaca Lucía-Chólope, escena que a la primera me causó risa, por ser casi surrealista. Ante esta noticia, un investigador japones que estaba dictando una cátedra en una universidad de Estados Unidos vino volando y se dirigió inmediatamente al lugar para cerciorarse de tal atrocidad.

Como es sabido la calle Berlín se encuentra cerrada a causa de una reparación, una de las tantas que existen en Lima, y cuyo trabajo viene durando mas de la cuenta, al igual que las otras, y es que ese motivo es el que genera la molestia en los vecinos y trabajadores de la zona: El colmo de los males sucedió el último sábado a las 02:00 a.m., hora en que los vecino se percataron de la presencia de un gran chorro de agua que salía de la ex-pista, de la ex-calle transitada. Y es que lo que sucedió fue la ruptura de un tubo de la red de agua, que se encontraba expuesta debida a una zanja hecha como parte de los trabajos de refacciones de la calle. Pero dicha calle que era una de las más dinámicas del distrito, sobre todo en las noches de los fines de semana, debido a varios locales que eran acudidos por personas no solo del lugar sino de otros distritos, en la actualidad luce desierta, cual zona de guerra, con tierra y piedras por todos lados, en un estado de abandono absoluto, tanto por la empresa como por la municipalidad. Pero la madrugada del sábado para colmo de males se presentó el hecho mencionado, esta fuga de agua, que además demoró una hora y media en ser solucionado, como consecuencia de ello no solo se produjo la inundación de la destruida calle, sino el embarramiento de la misma, ante la desesperación de los vecinos.
Mas allá del problema acuoso, está el de las personas que viven y trabajan en el lugar, ya que esta zona se encuentra abandonada en lo que se refiere a seguridad, pues el susodicho borracho, causante del accidente, pudo haber caído en la zanja, y felizmente no hay pirañas, vándalos y pandilleros, que pudieran hacer mal uso del las piedras amontonadas en la destruida calle, y generar asaltos, peleas, destrozos cualquier noche.
Lo que nos demuestran todos estos sucesos es que a ninguno de los involucrados en esta obra, le importa la opinión, la vida y la seguridad de los vecinos, y es que el Burgomaestre miraflorino ha evidenciado la misma ineptitud que muchos Alcaldes de la cicatrizada capital.

Lo sucedido en Lambayeque, da risa pero de indignación, por un lado está el caso de los invasores, los cuales ya no solo se dedican a ocupar terrenos del estado que se encuentran abandonados, sino que ahora invaden terrenos que no solo pertenecen al estado sino a todos los peruanos, y será por eso que creen tener el derecho de ocuparlos?, lo que no saben es que nos pertenecen a todos por ser parte de nuestro pasado, ya que en este caso la huaca Lucía Chólope, perteneciente a la cultura Cupisnique y que tiene 3,000 años de antigüedad. La invasión se ha producido en el Santuario Histórico Bosque de Pomac, que de por sí ya representa un agravio, en tiempos en que todo el mundo habla y (dice) defender al medio ambiente. En este santuario se encuentran importantes templos de la cultura Sicán o Lambayeque y Cupisnique anterior a Sicán; construcciones que están siendo destruidas, noticias estas que al llegar a oídos del investigador Izumi Shimada, que fue el descubridor del señor de Sicán, fue al lugar con el director del museo Sicán de Ferreñafe, para constatar los daños no solo en el templo de la nota, sino también en construcciones pertenecientes a la cultura Sicán. Según la noticia, la huaca Lucía-Chólope la están usando para sembrar cebollas y maíz, sembríos que se extienden hasta 800 hectáreas de los cultivos de productos para la agro-exportación, y cuyo regadío pondría en grave riesgo las estructuras.
El análisis de esta noticia habría que desdoblarla para entender la magnitud del hecho, primero con los actores directos, los invasores no hacen más que demostrar la ignorancia, como consecuencia de la deficiente o la nula educación, pero también a la ausencia de la tradición oral, ausencia que se fue haciendo más notoria conforme la modernidad se extendía, perdiendo así todo nexo e identificación con nuestro pasado, con nuestra cultura.
Segundo en lo relacionado con el destino de los cultivos, que pasan por un proceso de industrialización y su posterior exportación, lo que supone una o muchas acciones no muy claras, beneficiando ciertos intereses.
Otro hecho a remarcar de la noticia es que los invasores que están identificados pues presentaron al principio de año, un memorial al presidente del Gobierno Regional de Lambayeque, mediante la cual le solicitaban interceder ante el Inrena para permanecer en el lugar, lo cual haría pensar en corrupción o en un acto con visos de conveniencia política.
Que un investigador extranjero deje sus actividades académicas para venir a tratar de solucionar el problema descrito, dice mucho ya no de las personas comunes, sino de las encargadas de velar por nuestros patrimonios culturales, al parecer no somos capaces nosotros mismos de defender y preocuparnos por lo nuestro, que parece ser de nadie, esto me hace pensar que habría que cuidar nuestros monumentos históricos no algunos de los extranjeros, pero sobre todo de los propios peruanos.
Dentro de todo esta serie de situaciones vergonzosas, el poder judicial de Ferreñafe, que ahí parece sí funcionar, o por lo menos tener mayor lucidez frente a los acontecimientos ha ordenado el desalojo de los invasores de la zona arqueológica, pero la orden no se efectuó pues el jefe de la policía de Lambayeque ha decidido postergarlo después de la Fiestas Patrias y de las reuniones del APEC, todo volvió a la normalidad en el país de los despropósitos.
Y del Instituto Nacional de Cultura mejor ni hablar, pues su incapacidad ha quedado demostrada hasta la saciedad, pues actualmente parece más interesada en prohibir a artistas a exhibir sus trabajos, ya sabemos por órdenes de quien.

Para finalizar, la noticia que en los últimos días ha causado más escándalo fue el de una cantante tecnocumbiera, que posó desnuda sentada en un caballo (de paso?), con una bandera entre los dos. Ese puede ser un hacho grave, pero no tiene ni punto de comparación con lo que sucede en Lambayeque; la bandera al final es un pedazo de tela, que se puede volver a hacer, y por miles, pero si se destruyen las huacas, no hay manera de reconstruirlas, otro disparate de los políticos, periodistas, y tal vez muchos más, de no ver mas allá de sus “narices” (la capital), ya sean intereses políticos o cortinas de humo, que terminan cegando y contaminando hasta embrutecer a los incautos peruanos, y nos hace pensar en dónde radica nuestra identidad.

lunes, 7 de julio de 2008

sábado, 5 de julio de 2008

jueves, 19 de junio de 2008

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viernes, 13 de junio de 2008

pasos en la lluvia gris

Hace unos días estaba lloviendo (lloviznando), y como siempre cuando hay tarde/noches así, mi ánimo de desplazarme por la ciudad aflora; la tarde se ponía cada vez más gris, eran las 4 de la tarde y parecían las 6, aunque esta vez el deseo de estar acompañado (por ella) se acrecentó, recordando tantas caminatas juntos, andar de un lugar a otro, sin que ese lugar y ese otro sean destinos sospechados.

Pero esta vez no, parado esperando, sintiendo las gotas sobre mí, entendí que soy 1, y sentí más esa unidad y .....................


...........avancé esperando encontrar en el camino a .............

miércoles, 11 de junio de 2008

domingo, 8 de junio de 2008













.

lunes, 2 de junio de 2008

FIN DE SEMANA EN LIMA

nocturnancia limeña




3 noches seguidas en Lima....
2 noches seguidas corriendo por la Colmena....
2 noches seguidas juergueando (El Directorio, Mao bar)....







7 horas de sueño....

martes, 27 de mayo de 2008

RADIOGRAFÍA


lunes, 26 de mayo de 2008

LOOOOCOOOO

DOMINGO LOCO


Ese domingo ZZ estuvo en su depa, pensó estar tranquilo, abrió una lata de cerveza y se puso a leer “Manhattan Transfer” escuchando a Coctaeu Twins, eran las 3:10 p.m., había llegado a la página 6 y en ese instante suena el intercomunicador, ZZ coloca el marcador de página y deja el libro sobre el sillón, se levanta y contesta...

ZZ: Quién es?

Leticia: Soy Leti

ZZ: Leti, pasa!


...ZZ colgó y arregló el desorden que había en su sala, minutos después sonó el timbre, ZZ abrió la puerta y ahí estaba parada Leti, sonriente y vestida con un polo, encima una casaquita y con un pantalón jean a la cadera...

ZZ: Hola Leti!, pasa.

Leti: Hola, gracias!


...cierra la puerta...


ZZ: Siéntate, quieres tomar algo?

Leti: Sí, qué estas tomando tú.

ZZ: Una chela, quieres una?

Leti: Ya.

...ZZ puso un cd de Depeche Mode que un amigo le prestó, estuvieron hablando y cheleando, ella le contaba que el viernes en la noche había salido con una amiga, y que en un bar se encontró con un antiguo amigo que estaba acompañado de un amigo al cual presentó, después de dos horas se fueron los tres a la casa del amigo y se quedaron hasta las diez de la mañana; todo lo que Leti le contaba mas las cervezas le estaba empezando a alborotar la cabeza, para esto Leti ya se había quitado la casaca, continuaron hablando y se fueron acercando, acercando cada vez mas...


Leti: Yo se que soy una loca, pero nunca había hecho eso.

ZZ: Lo que pasa es que el trago te puede llevar a hacer cosas.

Leti: Todos mis patas dicen que soy una atolondrada, y a veces me
ven mal.

ZZ: Y cómo te sientes con eso?

Leti: Con lo que hice?

ZZ: Sí.

Leti: No se, no me siento mal.

ZZ: Pero fue bueno para ti.

Leti: Sí, claro, había tomado pero me gustó.

ZZ: Entonces eso no es problema, pero lo otro?

Leti: Qué?

ZZ: Lo que dicen tus patas de ti.

Leti: Me jode un poco, antes me jodía mas.


...estuvieron mas cerca, casi pegados y ZZ la abrazó por el hombro, siguieron tomando, ella se acomodó a él, entonces ZZ recogió el cabello de Leti y le dijo al oído...

ZZ: Mientras hagas las cosas porque lo deseas y no porque te
obligan, no tienes por qué sentirte mal.

Leti: Contigo estoy bien, siento que puedo contarte todo porque
nunca me vas a juzgar

ZZ: yo nunca haría eso.

Leti: tú me entiendes.

...él le acomodó el cabello de Leti detrás de su oreja, acarició su mejilla, ella lo vio y se besaron, y empezaron a agarrar, ella lo abrazaba, las manos de él acariciaban el delgado cuerpo de leti, sobre su polo, la cintura desnuda, por debajo del polo, en realidad por todas partes, Leti se retorcía, ambos, su lengua subía por el pecho de ella, luego por el cuello hasta llegar a la boca y encontrarse con la de Leti y después, OOOOHHHHH AAAAAHHHHHOO OHHHOHHHHHH AAAAAHAHAH AHAHHHAHA OOOHOHOHOAHA. Ya eran las 5;30 p.m., los dos estaban sobre el sofá cama, continuaron cheleando, él la volvió a abrazar, Leti lo miró y le dio tres besos en el brazo, conversaron un rato mas, hasta que él cambió de música, puso un cd de jazz, ella se levanta pero tambalea y se cae, ZZ la ayuda a sentarse en el sofá...

Leti: Estoy mareada.

ZZ: Pero si no haz tomado mucho.

Leti: no es por eso.

...él le pregunta...

ZZ: Quieres comer algo?

Leti: Sí, me muero de hambre.

ZZ: Qué pido?

Leti: Una pizza.

...ZZ pidió una pizza, que la trajeron en veinte minutos, se la comieron en la sala, sentados en el piso, pasó una hora entre que comían, chupaban y conversaban, y Leti que se agarraba el pelo, se lo acomodaba de un lado a otro, sentada en el piso estiraba las piernas, las cruzaba, se sentaba de lado, él la acariciaba de rato en rato, ella se levanta para ir al baño, ZZ la ve caminar, ella voltea coquetamente...

Leti: Ya regreso.

...cuando salió del baño, él la sorprende y la abraza y la besa, y de nuevo. 8: 45 p.m. y Leti se acordó que tenía que ir a la casa de su tía, no tenía ganas pero allí estarían sus padres, se cambió rápidamente y se despidió de ZZ. Media hora después volvió a sonar el intercomunicador, entonces él pensó si era Leti que cambió de opinión, cuando contestó...

ZZ: quién es?

Daniela: ZZ, soy Daniela.

ZZ: Daniela, pasa.

...ZZ volvió a acomodar todo, abrió la puerta y allí estaba Daniela, como siempre tan alegre, ZZ la hizo pasar, puso a Barry White, se sentaron en la sala...

ZZ: Que milagro, de donde vienes?

Daniela: vengo de la casa de Mario.

ZZ: Quieres tomar algo?

Daniela: Una cerveza.

...fue de nuevo a la cocina, y regresó con dos vasos con cerveza...

ZZ: Y cómo está Mario?

Daniela: Bien.

ZZ: Hubo algo?

Daniela: No, lo fui a visitar, ya había quedado con él.

...conversaron, recordaron de las veces que se quedaba en el cuarto de al lado, siguieron chuleando, se reían de cualquier cosa...

Daniela: Ha venido alguien.

ZZ: Sí un pata, quieres comer?

Daniela: No, ya comí.

...conversaron del Martes cuando fueron a comer a un restaurante de comida japonesa y después estuvieron chupando en el balcón del depa de ella y del viernes pasado cuando salieron; se acercaban cada vez más y todo se volvió a repetir. Iban a ser la medianoche, Daniela se arregla para ir a su casa, ZZ hace lo mismo...

Daniela: Bien, ZZ me voy.

ZZ: Te acompaño a tu casa.

Daniela: No es necesario.

ZZ: Te acompaño, ya es tarde.

...él ve que Daniela sonríe...

Daniela: está bien.

...llegaron al departamento de Daniela en Barranco, subieron al tercer piso hasta llegar a la puerta...

Daniela: ya llegamos.

ZZ: Bueno Daniela, ya estas aquí sana y salva.

Daniela: Sana no se, porque estoy casi ebria y a salvo, mmmm.

ZZ: Jajajaja.

Daniela No quieres entrar un rato?

ZZ: Me gustaría pero mañana tengo que levantarme temprano,
...y tú también.

...ella abría la puerta con cierta dificultad, mientras ZZ la ayudaba...

Daniela: No quieres pasar, pero otro día nos vemos.

ZZ: Ya.

Daniela: El miércoles.

ZZ: El miércoles nos vemos.

Daniela Y el jueves, y el viernes, y el sábado.

ZZ: Tantos días?

Daniela: Ya el viernes y el sábado.

ZZ: uno de los dos.

Daniela: Está bien, chau!

ZZ: Chau Daniela!

...ella lo abraza y le da un beso, él hace lo mismo, Daniela entra a su depa, ZZ sale del edificio y decide caminar un poco mientras piensa que ese domingo pasó de ser un día tranquilo a uno inesperado, era como un péndulo donde las situaciones se repetían una y otra vez sin que dependieran de él, tan solo se dejaba llevar, aunque sabe que nunca se volverá a repetir.


13/05/07 (ver en elalmanaque del año pasado qué día es)




















miércoles, 14 de mayo de 2008

domingo, 20 de abril de 2008

Ver este corto para pasar un buen rato



SUEÑO HAMBRIENTO

6:30 am JA! dice:
oe soñé contigo
6:30 am JA! dice:
te cuento

r dice:
a ver

6:30 am JA! dice:
yo estaba en una casa
6:30 am JA! dice:
grande
6:30 am JA! dice:
y tú eras amigo de mi hermana la mamá de mis sobrinos
6:30 am JA! dice:
y la estabas visitando y habías traído 2 grandillas
6:30 am JA! dice:
grandes, de cáscara amarilla en vez de naranja
6:30 am JA! dice:
eran especiales
6:30 am JA! dice:
y yo
6:30 am JA! dice:
fui a la cocina con mucha SED
6:30 am JA! dice:
y me las comiiii
6:30 am JA! dice:
estaban deliciosas
6:30 am JA! dice:
y en eso tu viniste corriendo con mi hermana
6:30 am JA! dice:
y con cara de tristeza me dijiste
6:30 am JA! dice:
"te la comiste todaaa!, no me has dejado ni un pokito, esas no se consiguen así de fácil"
6:30 am JA! dice:
y yo estaba avergonzada pero a la vez me daba risa
6:30 am JA! dice:
jejeee
r dice:
es que en verdad soy amigo de tu hermana
r dice:
era un secreto

6:30 am JA! dice:
jajajajjjajaja

r dice:
cómo se podría interpretar tu sueño?
6:30 am JA! dice:
k no confíes en mi

6:30 am JA! dice:
jjejejjeje

r dice:
un almuerzo frustrado

6:30 am JA! dice:
jaja
6:30 am JA! dice:
tu te iras al baño
6:30 am JA! dice:
y yo me comeré toda tu comida

lunes, 7 de abril de 2008

jueves, 27 de marzo de 2008

TOWER TO STRENGTH

Silenciosa y absoluta la oscuridad ante la que despierta Lizardo. Se imagina perdido entre los dominios de la muerte, al no oír su respiración y percatarse de que ninguno de sus músculos le responde. Segundos después, cuando la sangre recién empieza a cosquillearle el cuerpo, surge de la nada una voz con timbre marcial.

-¡Rápido! ¡Bajen a esa mierda!

De inmediato, Lizardo siente que acaba de ser apresado por los tentáculos de alguna especie de pulpo gigante. Con mayor odio que fuerza, es transportado por los aires y dejado caer de bruces sobre una superficie sólida, rugosa y bastante fría. Aunque sigue sin ver nada, la dureza del impacto le hace reconocer el asfalto. Adolorido e inmóvil se halla boca abajo, más que indefenso con su cabeza cubierta por un trapo negro y las manos esposadas por detrás de la espalda.

-¡Levántate, carajo!

Una patada a la cadera le basta para incorporarse, no sin dificultad. Alguien le arrancha la capucha que cubre su rostro. Muestra labios sangrantes y un pómulo hinchado. Se da cuenta de que ha sido sacado del interior de un vehículo policial para ser arrojado al gris pavimento. Una tonalidad mortecina y sucia pinta a las edificaciones a su alrededor, como prolongación cromática de un cielo que niega toda alegría. La mezcla de polvo y humedad que respira lo embarga en aquella rara melancolía que lo ha estado acompañando durante buena parte de su joven vida, desde que lo alejaron de la provincia en la que entonces vivía. Le duele constatar que aún continúa bajo la influencia opaca de la ciudad de Lima.

Jaloneándolo del cogote dos hombres uniformados lo conducen hacia una calle estrecha y tenebrosa, contigua a los casi treinta pisos de puro concreto y vidrio que sirven de sede central a la Policía Nacional. Lizardo deduce que el sabor salobre de su saliva y el adormecimiento de su boca deben ser los efectos posteriores de algún tipo de sedante. Estas sensaciones lo intrigan ya que no guardan ninguna relación con el último de sus recuerdos: en medio de un terral corre desesperadamente, como huyendo, hasta que algo duro pega en su nuca, noqueándolo al instante. Mientras es llevado, varios guardias apartan a golpes a los reporteros que se han apostado en busca de alguna primicia. Entre el embrollo de cachiporras y cámaras fotográficas se encuentra Eugenio. Es el único de esos reporteros que ha acudido no por encargo laboral sino alarmado por la lista de detenidos dada en el flash informativo que, muy de madrugada, escuchara en el Queirolo.

-¡Lizardo, Lizardo, Lizardo…! –se desgañita por llamar la atención de éste. Infructuosamente.
Prisionero y custodios traspasan la puerta blindada que tiene ese lado del edificio policial. Lo primero que encuentran es una angosta escalera de cemento que comunica directamente con el sótano.

-¡Avanza, terruco conchatumadre!

-¡Vas a ver, huevón, lo que es vivir a oscuras por tus apagones de mierda!

Descenso bastante complicado para Lizardo. Los empellones e improperios en lugar de apurarlo entorpecen su equilibrio, y a cada nuevo peldaño la negrura del ambiente se va intensificando.

“¡Putamadre, ya me jodí!”, murmura al finalizar los escalones y ser aguardado por un vacío oscuro. Tímidamente da varios pasos hasta toparse con una mohosa pared de piedra, desde la que percibe, a través del rabillo del ojo, un pequeño rayo de luz.

-¡Camina, imbécil!

Antes de que pueda girar en busca de aquella luminosidad débil, un violento puntapié sacude sus nalgas y lo impele a entrar en un pasadizo sinuoso, alumbrado apenas por unas cuantas lámparas fluorescentes distribuidas al eje del techo, cóncavo y bajo. Enormes polillas se estrellan una y otra vez contra las luminarias, propagando un sonido perturbador a lo largo del pasadizo, que tiene repartidas a ambos lados celdas delimitadas por barrotes y tabiques de bloques de concreto. Desde el interior de cada una de ellas sombras amorfas observan vorazmente a Lizardo, para quien la hediondez que flota en el aire le produce la impresión de que algo orgánico se ha descompuesto allí adentro.

-¡Uy, qué rico!, carne blanca.

-Y tiernita como a mí me gusta.

-¡Flaco, qué buen culo tienes!

Los comentarios libidinosos cesan cuando uno de los guardias que lo escoltan le manda detenerse a la mitad del pasadizo. Le quitan las esposas mientras destraban la cerradura y abren la reja de la celda Nº 6, según la inscripción borrosa que se lee sobre el dintel. Sin mediar palabra, lo empujan y entra. Un miedo intenso se apodera de Lizardo, consciente ahora sí del peligroso sitio al que ha ido a parar. El corazón empieza a latirle a velocidad nerviosa. Suda copiosamente. Los custodios vuelven a asegurar la reja y se retiran.

Sin descuidar su retaguardia, y obviando los murmullos causados por su presencia, Lizardo da un vistazo rápido al lugar. Detecta que unos ojos endemoniados lo escudriñan desde la pared del fondo, la de mayor penumbra. Urgido ubica un claro en el lado derecho de la celda. Allí, completamente inerte, yace un hombre con la cara hundida en pleno vómito. Se recuesta muy cerca del sujeto. Un tufo rancio y aguardentoso emana de ese cuerpo. Se tapa la nariz y la boca, inclinando un poco la cabeza como si tuviera la mirada puesta en el suelo. Solapadamente se pone a observar el entorno de su encierro.

Por lo relajadas que se muestran, supone que las dos misteriosas figuras que están sentadas de espaldas contra la pared del fondo son los más avezados de los hombres metidos en esta celda. En cambio, distinto piensa de la actitud que exhibe el zambo espigado que en la pared opuesta a la suya latiguea eufórico los brazos, llenos de cortes y tatuajes. Le parece que fanfarroneara de alguna fechoría pasada al barrigón de piel chola que viene prestándole atención un tanto aburrido, porque de cuando en cuando emite uno que otro bostezo. Mientras tanto, el último de los ocupantes, de cabello abundante y piojoso, balbucea incoherencias de desequilibrado mental entre los barrotes.

La prisión apesta. Es un olor nauseabundo que domina los doce metros cuadrados que Lizardo le calcula de área a la celda. La gama de mojones acumulados en las esquinas indica que se prefiere orinar y defecar allí y no en el hoyo asqueroso que hay, el cual sirve más que nada para la visita periódica de ratas y bichos repugnantes.

A pesar de la luz insuficiente, se puede ver en sus muros graffitis iguales a los de cualquier común chingana. Son bastantes y de distinto calibre y tema, destacándose un esbozo de Sarita Colonia hecho con tiza, al que acompañan unos versículos bíblicos de ambigua moralidad, y grandes pichulas que tachan tanto lemas alusivos a Sendero Luminoso como al MRTA. De todos estos graffitis hay uno que, encontrándose justo encima del zambo de los brazos marcados, atrae mucho la atención de Lizardo. El anonimato con que aparece le otorga una singular pureza poética, como si de pronto una flor germinara solitaria en medio de un basural. Escrito en bajorrelieve, con trazo veloz y decidido, se lee:

ME HE GANADO MI JUVENTUD A PULSO, SEGURAMENTE VOYA PAGAR POR ELLA, PERO NADIE ME LA VA A QUITAR.

Se queda tan extático contemplando aquella frase que no repara en los insultos de advertencia del zambo, el que al verlo con la mirada levantada en dirección suya cree que lo está desafiando. Lizardo se muestra como hipnotizado, indiferente ante las injurias que le lanzan. Por su mente empiezan a superponerse imágenes del pasado. Es un tropel de recuerdos que desfilan en desorden y se agitan dentro de su cabeza, peleándose entre sí por permanecer el mayor tiempo posible proyectado delante de sus ojos. Mal momento ha escogido para volverse autista, porque en nada le preocupa la horrible mutación que ha sufrido el semblante del zambo como tampoco que el metro noventa de éste avance amenazador hacia él.

-¡Qué me miras tanto, chuchatumadre!

Se le abalanzan con furia. Tan sorpresivo y rápido es el ataque que a Lizardo no le da tiempo a reaccionar. De un solo zarpazo se han aferrado a su cuello, presionándoselo brutalmente contra el muro. Golpe seco y certero por el que siente que las órbitas oculares se le salen de lugar. La extensión del brazo fibroso de su agresor le impide siquiera rozarle el cuerpo para tratar de defenderse. Náuseas le vienen en seguida ni bien una palma callosa empieza a acariciarle su rostro asustado. Después de jugar con él, le aprietan su nariz, con tanta fuerza que lo obligan a abrir totalmente la boca. El sujeto se relame lujurioso la jeta.

-¿Te gusto, papito?

Sin más preámbulo, una lengua tumefacta brota del amplio hocico del maleante. Conforme se le aproxima, Lizardo percibe más intenso el olor a mierda que sale de esas fauces. Cierra los párpados al verse sometido del todo. De repente, la tenaza negruzca que lo sujetaba deja de hacerlo y él se desploma como una marioneta a la que le han cortado los hilos. Desde el piso puede observar cómo lo vienen ahorcando a su atacante. Ya constreñido contra el suelo, al zambo le susurran algo al oído y lo van liberando lenta y precavidamente. Se pone a toser y a menear la cabeza varias veces.

-Rojos de mierda –masculla mientras gatea de regreso a su sitio.

Quien acaba de ahorcar al zambo ayuda a Lizardo a levantarse. A cambio del “gracias” tartamudeado que recibe suelta:

-Deberías de escoger mejor a tus amigos.-

¡Orestes! –exclama Lizardo con inusitada alegría al distinguir el acento serrano de esa voz y lo abraza como si no lo hubiera visto en años-. Creí que te habías escapado con ella.

-Casi, pero... –interrumpe su respuesta para sentarse con las piernas cruzadas- los malditos tombos tenían rodeada toda la manzana.

Lizardo se acuclilla frente a él. Cierta tranquilidad comienza a invadirlo al tener a su lado a alguien así. Cuando lo conoció, allá en tiempos de la academia preuniversitaria, ya afloraban en el cerebro de Orestes las ideas comunistas. Si bien sus diferencias políticas no consolidaron una profunda camaradería, por lo menos habían dejado un sincero respeto entre ambos. El radicalismo de Orestes, por el cual éste consiguiera ser incorporado a la estructura principal de Sendero, siempre contrastó con la postura racional y blandengue de Lizardo; a quien tipos igual de extremistas que Orestes consideraban como otro más de aquellos pusilánimes que quieren los cambios sociales sin ensuciarse las manos. Convertido actualmente en el camarada Nemesio, este joven de corpulencia maciza y rasgos andinos arrastra una trayectoria delictiva repleta de asesinatos y comisarías dinamitadas, siendo a sus cortos veintitrés años uno de los criminales subversivos más buscados del país.

-¡Putamadre!, pensé que eran lo suficientemente cuidadosos con sus escondites –se queja Lizardo.

-¡Habla bajo, carajo! Acá también hay infiltrados.

Lizardo se mueve para sentarse al costado de Orestes.

-Un topo hijo de puta informó a la policía acerca de nuestra reunión, pero ya descubrimos quién fue. Más temprano que tarde le damos vuelta a esa mierda.

-¿Y ella? ¿También cayó?

-Sí, a la camarada Socorro la han ubicado en una de las celdas junto a las escaleras. Allí está protegida por un par de miembros del Partido.

Lizardo siente una punzada a la altura de la nuca. Al sobársela descubre un pequeño vendaje. Fingiendo algo de indiferencia, Orestes se ofrece para examinárselo.

-Sólo es un rasguño de bala, nomás –le dice con el desdén de los que han visto heridas peores-. Has tenido suerte, pues usualmente no mandan curar a nadie. Con razón no te trajeron de frente con nosotros. Yo ya pensaba lo peor, convencido de que la estarías pasando muy mal en algún cuartel de mierda.

Las palabras de Orestes, que llevan la cruda experiencia del encierro, le bastan a Lizardo para explicarse las horas muertas posteriores a su pérdida de conocimiento. Y es que podría apostar sobre seguro a que, hasta el momento previo en que lo trasladaron a estos calabozos, las debió pasar internado en un hospital. Circunstancia que le ha permitido, por mientras, burlar aquel temible interrogatorio del que tanto ha escuchado contar en los bares del Centro. Por más agnóstico y escéptico que se defina, sabe que está obligado a sentirse sumamente agradecido, ya sea a Dios o a la bendita suerte, que casi siempre le fue esquiva, de no haber padecido colgada de testículos de lo alto de una viga, quemada de ojos con cigarro, o cartucho de dinamita en el ano; o cualquier otro sádico método de tortura con el que lo hubieran hecho declararse culpable sí o sí, importándoles un carajo a sus verdugos que él sea inocente. Igual, al final, terminaría como otros jóvenes de su generación: enterrado por partes en alguno de los desolados cerros de Cieneguilla.

Orestes se ha quedado callado mirando la oscuridad del fondo de la celda. Mutismo que corta con un silbido seguido de un leve movimiento de cabeza. Al instante, un hombre de contextura mediana y andar de autómata emerge de esa zona sombría y se ubica pegado a la reja. La sola apariencia de éste, zapatos de obrero, pantalón acampanado, chompa artesanal y bigotito anacrónico, lo delata ante Lizardo de ser uno de esos eternos estudiantes universitarios que gustan de suspender clases paporreteando peroratas revolucionarias, y a los que él siempre ha catalogado de tener una retórica bastante similar a la de los ambulantes que suben a vender caramelos y chucherías en los microbuses. El tipo se pone a investigar cuál es el panorama que presenta el pasadizo.

-No hay guardias cerca –informa sin abandonar su posición.

La jerarquía de Orestes acaba de ponerse de manifiesto. Anticipándose a un posible comentario de Lizardo, dice:

-Sí, también es del Partido, como muchos de los que hoy se encuentran recluidos aquí.

Lizardo capta una vaga desazón en lo expresado por Orestes. La interpreta como un resquebrajamiento sutil en la orgullosa militancia de éste, reacio a reconocer la labor eficaz con la que últimamente las fuerzas policiales vienen provocando grandes bajas a las organizaciones terroristas que operan dentro del territorio nacional.

-Total, qué le hace una raya más al tigre –se dice a sí mismo, y posa su mano sobre el hombro de Lizardo-. ¿Me equivoco o es la primera vez que estás en la cárcel?

Lizardo sólo atina a observar una cucaracha que sortea sus botines. Por un momento piensa referirle sus choques con la represión policial, que simplemente se limitan a los partidos de liga que se jugaban en la cancha de Maranguita y a las redadas que suspendían los conciertos subtes, pero prefiere callarse. De seguro Orestes se reiría de él.

-No temas, cojudo. A ti no te va a pasar nada malo mientras estés con cualquiera de nosotros, más aún sabiendo el aprecio que la camarada Socorro te tiene.Luego de brindarle palmaditas en la espalda hace una pausa porque su correligionario le anuncia la proximidad de un guardia. Con aire despectivo e indiferente, éste recorre ida y vuelta el largo pasadizo. Acabada la ronda Orestes continúa:

-Ella me ha encargado tu cuidado y de capacitarte en la doctrina del Partido cuando nos manden al penal. ¡Pero ojo!, te advierto que si bien vamos a tener consideraciones especiales contigo, jamás deberás confundirlas con privilegios, ¿entendido?

Tomando en cuenta las únicas opciones a escoger, entre ser la mujer de un faite o unirse a los fanáticos seguidores de Abimael Guzmán, Lizardo no tiene mucho que decidir. Además que, imposibilitado de refutar los cargos que por infortunio se le imputan, ya los medios de prensa y la opinión pública deben haberlo tildado de terrorista para toda la vida.

Ahora él podrá comprobar cuánto de cierto había en el reportaje de una televisora británica sobre los senderistas presos dentro del penal de máxima seguridad Miguel Castro Castro; ese que los canales nacionales difundieran a principios de año, cuando ni el más adivino de los analistas políticos vislumbraba que un ignoto catedrático universitario de origen japonés ganaría las elecciones presidenciales. Las escenas de dicho reportaje mostraban la ferviente convicción que las huestes de Sendero Luminoso mantienen en su causa revolucionaria, aun detrás de rejas. En ellas salían aprovechando el tiempo estudiando la doctrina del marxismo-leninismo-maoísmo, fabricando retablos y tapices que glorificaban matanzas y atentados, redactando e imprimiendo manifiestos a favor del alzamiento en armas, o marchando en el patio vestidos con uniformes rojinegros y cantando loas a su Presidente Gonzalo. Hasta tenían pintado un mural de su líder máximo en una de las caras externas del pabellón que ocupan, en cuyo interior había almacenada buena dotación de alimentos y medicinas, producto de la presión que ejercen aquellas pocas ONG que abogan por ellos.

Pero ahora también, y más que nunca, Lizardo deberá cuidarse de no soltar lo que piensa acerca de quienes, como Sendero y el MRTA, quieren tomar el poder a sangre y fuego. Ya antes ha tenido problemas por ello, una noche de copas en que junto con Eugenio preparaban un número más de Solitaria Lisura. Aquella vez los dos terminaron liándose a golpes con cierta cofradía de artistas y poetas que acostumbran gorrear cerveza en el jirón Quilca. Todo por opinar abiertamente que “así se expongan las razones más justas, hay que ser imbécil para apoyar a una manga de asesinos y dementes que se las dan de defensores del pueblo”.

-¿A qué se debe que la camarada Socorro te guarde tanta estima?

-Es una vieja historia que no tengo ganas de contarla ahora.

-Está bien, luego me la dirás. Por mientras descansa un poco, que cuando nos trasladen al penal necesitarás tener todos tus sentidos en las mejores condiciones que puedas.

Orestes se pone de pie, sacude las piernas intentando relajar los músculos y va a reunirse con su compañero que vigila la reja. Nivelando rangos entre ambos, éste lo recibe reprochándole haber estado conversando con un pequeño burgués. Su opinión la basa en la fisonomía de blanco mestizo de Lizardo y en el Alain Delon que luce en el polo, que no es otra cosa que la carátula del The Queen is dead, el que por la calidad ínfima del estampado debió haber sido adquirido en un puesto de grabaciones piratas de las Galerías Brasil. Muy probablemente, de haber tenido Lizardo uno con la cara del Che Guevara el otro le juzgaría sin dudar de ser algún posero rebelde de esos que pululan en las universidades privadas, siempre asiduos a juerguearse de lo lindo en cualquier antro de moda.

Por su parte, Lizardo trata de dormir un poco arropándose con su desteñida casaca de jean para protegerse de la inclemencia invernal que julio acarrea. Echado en posición fetal, da un ligero vistazo a la celda antes de cerrar los ojos, con la vaga ilusión de que todo lo que le está sucediendo no sea más que un sueño espantoso, del cual saldrá al abrirlos de nuevo.

Mas, ya empieza a inundarlo el pavor de saberse huérfano de alma mientras duren sus días en una cárcel. “¡Vaya forma de ponerle fin a mi vida de clasemediero sin oficio ni beneficio!, por no decir de inútil misio de mierda. ¡Cuánta razón tenía Eugenio!, cuando decía que, en esta cuerda floja que nos ha tocado nacer, resulta muy difícil no terminar vencido por los rebaños que jalan cada extremo de la puta soga”, reflexiona conforme intenta calmar su cerebro.Entonces, escenas evocativas se agolpan dentro de él. Primero semejantes a los confusos fotogramas de un video musical de The Mission u otra banda de rock gótico, y luego a los de cualquier añeja película en blanco y negro que tire para sepia… pero eso sí, acompañadas de una contemporánea y muy particular banda sonora.

BORIS CASTRO

Primer capítulo de una novela que quiere ver la luz.
























domingo, 23 de marzo de 2008

MODELO A LA LIMEÑA I

La mujer limeña actual es producto de una serie de transformaciones, en su camino de adaptación a los cambios que se fueron presentando en el transcurrir de la historia, y sobre todo de “su” historia, que no es otra la de aquella mujer, en sus diversas facetas, en sus diversos tipos, en esta metrópoli que bordea lo mega, ya no solo por su extensión, sino por la complejidad que se manifiesta en cada uno de sus rincones, marcada por la heterogeneidad, resultado del proceso de transformación que ha sufrido, y es que la ciudad, es femenina como la mujer, y una ha evolucionado a la par de la otra.

Muy próximo a la celebración del día de la mujer se presentó una muestra interesante de analizar por varios factores. La muestra consistía en varios dibujos en donde la autora representaba a varias mujeres y en diversas circunstancias, es ella en representación de todas las mujeres, de aquello que le es interior y exterior a ellas, para expresar todas sus inquietudes, dudas, traumas, conflictos, aspiraciones, creencias, anhelos, en relación con el hombre, la mujer, la sociedad, el amor, la convivencia, el sexo, etc.; ella, igual las mujeres de hoy, sobre todo las jóvenes, contemporáneas a la autora, las mujeres del hoy, las mujeres del mañana, producto de todo un proceso, en el cual estuvo marcado por el desarraigo, el rechazo, la aceptación, el abandono, la supervivencia, el aprendizaje, el respeto, en sus diferentes etapas evolutivas, y es que la mujer limeña del hoy es cosmopolita, provinciana, extranjera, criolla, todo al mismo tiempo.

El término “pin up” ya se usaba a finales del siglo XVIII, y en París a fines del siglo XIX, en plena efervescencia del Art Nouveau, Alphonso Mucha y Jules Chéret creaban postres con mujeres imaginarias, mientras tanto en el nuevo continente Charles Dana Gibson, creó la “Gibson Girls”, como Harrison Fischer y Howard Chandler Cristy, prepararon el camino para lo que serían las Pin Ups.

A principios del siglo XX, el calendario se hizo popular, Angelo Asti creó la primera Pretty Girl; en los años 20 estuvo marcada por la edad dorada de la ilustración, y el desnudo romántico encontró cabida gracias al Art Déco, esto sumado al auge de la industria del cine, se rompieron viejos tabúes, y la mujer comenzó a enseñar ya no solo su tobillo, sino su anatomía, fue el inicio de las pin ups.

La contemporaneidad marcada por los dos procesos, el transnacional y el trasnacional de todos los niveles, como dice Fernando de Toro: “…lo transnacional inscribe el desplazamiento de pueblos y lo traslacional inscribe la voz y la acción de esos pueblos en un nuevo territorio.” , nos muestra a la mujer y sus diferentes rostros, luego de acumular una serie de experiencias en su largo transitar al hoy, experiencias como resultado de los pliegues culturales, tanto internos como externos, es decir por las relaciones con el interior del país, a través de los desplazamientos de los habitantes de las provincias y su confrontación con la nueva realidad capitalina, con sus habitantes, los cuales también sufren cambios por su relación el exterior del país, ya sea por la cada vez más innovadora tecnología de las comunicaciones y su masiva influencia, y es que esta influencia foránea no se limitaba a los viajes que realizaban cierto grupo de personas, las cuales retornaban con una visión renovadora.

La mujer (autora) se muestra ante nosotros, no solo como una imagen sino también por medio de textos que corresponden a cada imagen; y nos conduce sutilmente a mostrarnos ante ella(s) de la misma manera, con todo lo bueno y lo malo, pero callados, en silencio de confesión, ella(s) si se expresan abiertamente, los observadores no; además al leer los textos debemos agachar la cabeza, pues ellos están en el piso al pie de cada imagen, agachados ante ella(s) después de nuestra propia revelación secreta, mas ella(s) no se presentan con el dedo acusador ni con la lengua como látigo, sino como cómplices, y de esta manera ver con otros ojos a ella(s), a todas las mujeres, los observadores en este caso no fuimos seres ajenos, pues fuimos acogidos por la autora, por todas ellas.

El intercambio de información con lo extranjero permitió la actualización permanente, sobre todo en los campos de la política, la industria, la cultura, el comercio; lo que posibilitó el salto de la mujer hacia lo que es hoy la mujer, a través del acceso a la educación universitaria, al ámbito laboral.
Pero no menos refrescante e innovador era el resultado de la interacción de los habitantes del interior del país (sobre todo de la sierra) con los citadinos, identificados en su mayoría con las clases media o bajas, aunque también hubo grupos de clases media altas y altas; donde el proceso de adaptación se ha manifestado de modo notorio de generación en generación, donde se puede observar una inserción notoria.

Así en la década del 40 se populariza el término “pin up”, y empieza el boom de las chicas bonitas en actitudes sugerentes, a través de dibujos y fotos que se publicaban en revistas o calendarios. Mas el término se aplica incluso a acuarelas, cuadros y otras ilustraciones.

En la Segunda Guerra Mundial, Betty Grabble fue una de las más populares pin ups, pues sus fotos estaban en muchos armarios de los soldados. Entre los exponentes más importantes del arte de las pin ups se encuentran George Petty y Alberto Vargas con sus dibujos, John Wiilie con su historieta erótica. Max Fleischer también tiene un lugar especial por ser creador de Betty Boop.

La expresión “cheescake” era un sinónimo de pin up, su uso se remonta al año 1934, popularizándose 20 años después con la frase “better than a cheescake” (mejor que un pastel de queso, refiriéndose a una mujer bella); “Beefcake” era el término para los hombres.

La muestra manifiesta además el lado egocéntrico de la autora, ya expresada en anteriores trabajos, y es que ingresando en el campo psicoanalítico hay en ello una exaltación del “YO”, del ego de la artista, no como Frida Khalo, en tanto ego del sufrimiento, pues en este caso no son autorretratos sino mas bien representaciones de ella(s), mas cercana a una Madonna y las diversas personificaciones en sus videos, pero por el camino de las pin ups, ella (la autora) como divinidad mas terrenal, mas cercana, pero nos relacionamos con ella(s) casi religiosamente, pues inclinamos la cabeza ante ella al mostrarnos no como otro, sino nosotros, y darnos cuenta del “YO” que somos.

Dentro del pliegue cultural externo, se inscribe los desplazamientos desde el extranjero, con las colonias extranjeras provenientes de diferentes partes del mundo, las cuales se establecieron en los diferentes estratos de la sociedad limeña, con sus consiguientes tradiciones culturales; grupos que vivieron un proceso igual a los llegados de provincias, para establecerse en la capital. Estos procesos de transnacional y trasnacional, interno y externo, dan como resultado el nomadismo constante, una característica que es marcada en las ciudades de la actualidad, sobre todo las metrópolis y megalópolis, y en las cuales se producen otros procesos simultáneos como la desterritorialización y la re-territorialización mental y física de la mujer.

La interrelación que en un principio era vertical, de abajo hacia arriba, por la aceptación y el “querer ser como”, a una relación vertical de doble vía, es decir de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, en la cual en algunos momentos parece horizontalizarse, expresándose en una tercera cultura, que no es otra cosa que una multicultura simultánea en constante interacción, como bien lo manifiesta Homi Bhabha. Y es en este devenir de la mujer en ser mujer, es que ella asume el protagonismo familiar en ausencia del “otro” (el hombre), las descendientes de provincianos que estudian en universidades y su posterior profesionalización, la mujer trabajadora, la empresaria, etc.

Con el auge de la fotografía a fines de los ’50, las ilustraciones perdieron vigencia, Marilyn Monroe aparece en 1953 en la página central de Playboy, en la década de los 60, el artista Pop Art, realiza trabajos de desnudos femenino con productos de consumo; mientras en 1970, Penthouse desvela el vello púbico, de lo sugerido se pasó a lo explícito, en los ’70 las pin ups son actrices de cine; desde los ’80 hasta la actualidad también son modelos de alta costura y fotográficos, y cantantes.

El arte del pin up ha influenciado a otros campos como el cómic, el cine, la televisión, la publicidad, y hoy en día ha recuperado terreno, con nuevos representantes, que no siguen con la concepción tradicional; pero sin embargo le han aportado nuevas expresiones por medio de nuevas técnicas, con un marcado giro hacia el fetichismo y la opulencia.

Otro de los factores a analizar está el hecho de la imagen de pin up, en la tradición de las primeras pin ups de los años 40 del siglo pasado, las cuales eran en su mayoría dibujo o pinturas, y también en relación a ser diva, pero no como a la actriz de cine, o modelo; es ser diva ella misma, la diva artista, pero también la diva como muchas que caminan por la calle, que podrían estar al lado. Y es que ese no es un detalle menor, volver al dibujo, volver al pin up, es distanciarse del arte convencional, es involucrarse con lo masivo lo popular, aquello que está más ligado al cómic, a la televisión, a las revistas, a los periódicos, a aquello que está más cerca de nosotros, como todas las mujeres y parte de ellas que se representan, como imágenes y como inquietudes del día a día del ser mujer en una ciudad como Lima.

sábado, 1 de marzo de 2008

MORENA MÍA (II)



Era uno de esos días en que parecía resignado a la monotonía, encendí la caja boba sin demasiado entusiasmo, pero no se si fue el destino o coincidencia que justo en ese instante vi algo que poco apoco me fue cautivando; y es que al compás de la música de “Sabrina”, aquella chica de figura delgada, que era la mejor re-encarnación del personaje que inmortalizara Audrey Hepburn, con esa elegancia, esa plasticidad, esos movimientos gráciles, a pesar de la caída; no parecía flotar sobre el hielo, sino acariciarlo.

En esos minutos la televisión se convirtió en un cofre de sorpresas!







viernes, 29 de febrero de 2008

DOS CAMINOS EN EL CINE

Dos directores de cine que desde la segunda mitad del siglo pasado, se distinguieron por marcar una distancia evidente de la producción masiva hollywoodense, por su particular visión y manera del cine, son David Lynch y David Cronenberg, dos directores, uno norteamericano, el otro canadiense, que se iniciaron en los finales de los ’60, dirigiendo de algunos cortos que empezaron a cimentar su futuro en el cine. Ya en los ’70 empezaron su carrera en la escena cinematográfica, cuyas propuestas generaron rechazos y adhesiones igual de vehementes, pero lo que nadie les discutió era esa persistencia por hacer otro cine, alternativo, tanto en producción, en costo, como temático, en un inicio distante de la gran producción comercial norteamericana, aunque más adelante en algún momento tuvieron acercamientos con esta industria, e incluso con trabajos televisivos.

Los primeros trabajos Lynch explora lo fantástico de lo onírico, hasta coqueteando con la ciencia ficción, sobre todo en sus primeros trabajos, lo que marcaba un sello personal, así como la influencia de sus estudios de artes plásticas, acentuada por su personalismo, se revela su entrega total en todo lo que tiene que ver con la realización de cada película, incluso la música; Cronenberg explora lo surreal y también la ciencia ficción, para luego en sus posteriores películas se inclina por el gore, muy emparentado con las películas de bajo presupuesto de este mismo género, incluso abordando temas censurados, como lo relacionado a lo sexual.

Lynch trabaja el suspenso cercano al film noir, con acentuaciones del gore, lo erótico; en donde sus personajes son afectados en lo psicológico, llevándolos a situaciones demenciales producto de lo impredecible del desarrollo de las historias. A su vez Cronenberg, hace evidente la alteración tanto física como psicológica, por eso sus películas fueron catalogadas como terror corporal, expresados en el límite entre lo racional y lo irracional

Ambos directores tienen predilección por las historias cuya evolución va degenerando, ya sea por acción de los propios personajes o por el devenir de las acciones, mostrándonos el lado oscuro no solo de las situaciones, sino de la condición humana, enfatizada por un pesimismo en su propio futuro. Esta característica, puede deberse a la visión que tienen de la sociedad y su destino, más lleno de incertidumbres que de certidumbres.

Pero existen diferencias, Lynch le otorga mucha importancia al aspecto musical, es decir que la música no es comparsa cinematográfica, sino es un componente gravitante en las historias, son otro personaje, y es que el cine no solo es imagen, también es sonoridad; por tanto la importancia de la música es incluso supervisada y hasta co-compuesta por el propio Lynch.
En tanto Cronenberg, ya dije que en sus trabajos hay una obsesión por lo corporal, tanto en lo que se refiere a lo erótico, a lo dramático, lo violento; sino también como ente transformable, alterable, y es aquí donde se suma un elemento, tal vez uno de los más importantes en el hacer cine por parte de Cronenberg, y es aquello que tiene que ver con lo biológico, es decir la mutación genética, que deviene en transformación física.

En las últimas películas de ambos directores se ha evidenciado los distintos caminos por los que han transcurrido, y es que si bien, aún existen coincidencias, el cambio de sus propuestas se han dirigido por vertientes insospechadas. En Lynch, hay una profundización en el universo onírico, mostrándonos las situaciones surreales más insospechadas, proporcionando a sus películas una complejidad tal como pueden ser los sueños, el tono gore se acentúa, haciéndolas más oscuras cada vez, en tanto el filo noir se mantiene, pero con el agregado de incluir al espectador en el desvelamiento de la historia (las historias); manejándose en diverso niveles, y superposiciones, radicalizándose cada vez más en sus atmósferas oscuras y confusas, razones que complejizan la interpretación de las mismas.

Lo último de Cronenberg, sí evidencia un cambio notorio, si bien continúa presente la transformación de los personajes; ya no están presente los personajes mutados, lo erótico; estas transformaciones se producen a nivel de la psique, y es que estas son resultado de diversos acontecimientos anteriores y que conducirán a otros posteriores, en un sin fin de hechos que va más allá de las voluntades, explorando el lado “irracional” contenido, la violencia del sapiens demens que tenemos todos; es decir que nos muestra que el verdadero conflicto se genera en cada uno, como individuo, afectado por el entorno como es obvio, y a través de ello surgen las nuevas relaciones interpersonales y la nueva condición individual que conlleva a una mutación no biológica sino de situación.

El Imperio de David Lynch, su más reciente película, es resultado de un proceso que estuvo precedida de Carretera Perdida (Lost Highway) y La Calle de los Sueños (Mulholland Drive). Lo último hecho por David Cronenberg, Promesas del Este, parece continuar la línea de Una Historia Violenta
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jueves, 28 de febrero de 2008