domingo, 21 de diciembre de 2008

La perfección de un instante





Cafetería: ENBA, 2.00 p.m. aprox.,el aburrimiento y la desilusión del menú de hoy no prometían mucho para después, tal vez un café pueda remediarlo, de pronto desde alguna otra mesa el saludo en una voz que me resulta familiar me hizo girar la mirada y confirmar que se trataba de unos amigos, aunque cerca a ellos y mas cerquita a mi, afortunadamente, se encontraba ella ,almorzando sola como es su costumbre, y fue en la curiosidad tal vez donde halle un valor inesperado -como suele suceder en aquellas situaciones- que me impulso con paso firme y seguro, como quien se va abriendo paso entre la gente para decir ¿bailamos?, a conversarle para conocerla y preguntarle por que no respondía mis mails.Al principio algo ansioso por saber mas cosas sobre ella, aunque luego las palabras se sucedían una tras otra, hubieron algunas pausas y sin que nos percatásemos, silenciosamente los colores se iban alejando de la cafetería, y sin darnos cuenta de pronto estábamos solos y a solas y desprendidos ya del misterio que nos envolvía y de lo que esperábamos de nosotros, ¿mejor o peor?.A veces lo pequeño es lo inmenso, como en esos pequeños gratos silencios en que podía oírme pensar mientras la observaba, entonces entra despacito el joven que recoge la mesa y lo que en ella dejamos y ya no queríamos se va, y con ellos se fue el deshielo entre ambos, junto con el amigo que al principio me paso la voz, y quedo entonces la mesa puesta para lo que venia, y en eso entro con su perfume la paz que encontramos, y mientras charlábamos, mientras me iba diciendo, lo que se podía o quería contestar, recordó sus deberes y se alistaba para su siguiente clase, entonces eramos nosotros quienes ahora dejábamos la mesa, y mientras andábamos por los pasillos iba pensando en lo que aun no nos preguntamos...................... pero hay veces en las que si quieres decir algo es mejor guardar silencio y prestar atención a la bella melodía que tu música interior va entonando, melodía producida gracias a la maravillosa perfección de un instante.


Inescrutable