domingo, 10 de febrero de 2008

El ENCUENTRO y .........




Era una tarde de verano, ZZ caminaba por la Av. Larco, con el sol sobre su cabeza, cosa que lo estaba agotando, hasta que llegó a la galería de arte de la municipalidad de Miraflores, para suerte de él, vio que había una muestra de Jaime Higa, entonces decidió entrar para que su cuerpo descanse un poco del castigo que representaba el calor vespertino; una vez adentro una sensación de frescor lo recibió, y para suerte el lugar estaba casi vacío, tal solo había una chica, pero algo en ella llamó la atención de ZZ, sería su manera de vestir?, parecida a las hippies barranquinas, tenía un polo blanco que la había cortado las mangas y el cuello más grande, con un jean algo desteñido, hasta gastado y con la basta descocida, con ojotas y una bolsa tejida con motivos étnicos; sería por la atención con la que observaba los cuadros?, sería su pelo negro largo?, sería por su figura?, tal vez era todo, como casi siempre es.

ZZ, empezó a ver los cuadros, aunque en sentido contrario al recorrido de ella, claro que esa decisión no fue intencional, aunque en posteriores visitas lo haría de manera consciente; ambos se tomaban su tiempo en la observación, y de vez en cuando uno miraba al otro, sabiendo quizá que en algún momento se encontrarían, y mientras más cerca, él sentía cierta ansiedad, y notaba en ella algo similar, pues cada vez lo miraba más seguido; él pudo ver que tenía un bonito rostro, y su piel trigueña, mas parecida a un bronceado dorado; hasta que coincidieron en un cuadro, y al igual que los anteriores, estuvieron buen rato frente a él; no será que el tiempo que se tomaban en los anteriores, era pensado en este momento, y así estuviesen juntos, cerca un buen rato y hasta más, como sucedió, algo sucedía en aquel instante, era más que coincidencia, era un acuerdo silencioso, sin que los dos lo acordaran; y los minutos pasaban, y alguien tenía que decir algo, ella se había parado casi de frente al cuadro, ZZ que estaba a su derecha, da un paso hacia la izquierda y luego uno hacia atrás, ve que la chica cambia su postura, recoge su pelo por detrás de su oreja, él dejó de ver el cuadro para ver parte de su rostro, y su hombro, y ella parecía darse cuenta de ello y permanecía allí.

Fue entonces que la chica dio un paso a la izquierda, volteó y le preguntó…

Chica: Qué te parece?

…él la miró, con mucho interés…

ZZ: Me gusta! (lo decía por el cuadro o por ella?)

…la chica sonrió, y dijo…

Chica: A mí también, sobre todo por el uso de los colores.

ZZ: Sí, son colores fuertes.

…retrocedieron unos pasos para verlo mejor…

ZZ: Es muy intenso.

Chica: Claro, es eso lo que me gusta!


…un rota más y ambos siguieron con su recorrido, viendo los cuadros que quedaban por ver y de vez en cuando mirando al otro. Después de terminar cada uno, otra vez por coincidencia al mismo tiempo, se volvieron a encontrar en la puerta de la galería; bajando las escaleras ella le preguntó…

Chica: Qué te pareció la exposición?

ZZ: Me gustó, yo había visto una anterior de él que era distinta.

Chica: Cuándo?

ZZ: Hace año y medio.


Chica: Y siempre vas a exposiciones?

ZZ: Sí, y tú?

Chica: Yo también.

ZZ: Y cómo te llamas?

Chica: Cari, y tú?

ZZ: ZZ.


…caminaron hacia el parque y continuaron conversando…

ZZ: A dónde vas?

Cari: A mi casa.

ZZ: Y dónde queda?

Cari: En Barranco.

ZZ: Por qué no vamos a tomar algo.

Cari: Ya, hace mucho calor!

ZZ: Vamos a algún lugar de Barranco.

Cari: Bien.


…subieron a un micro que los llevaría a Barranco, siguieron conversando durante el viaje…

ZZ: Qué haces?

Cari: Estudio literatura.

ZZ: Literatura, que interesante! dónde?

Cari: La Católica. Tú qué haces?

ZZ: Yo estudio aqueología.

Cari: Lo tuyo también es interesante!


…llegaron a Bolognesi, y se bajaron en el Boulevard; caminaron hasta llegar al Juanito y…

ZZ: Qué quieres tomar?

Cari: Puede ser unas chelas.


…eso le gustó a ZZ, su iniciativa, y pidieron dos chelas, conversaron de sus carreras, de sus universidades, de literatura, de cine, de juergas, de todo y se rieron de lo mismo, las chelas iban y venían, hasta que el sol dejó su lugar a la luna; salieron del Juanito y caminaron por las calles de Barranco por un rato más, era como querer retrasar la despedida; la conversación se volvió más intima, era como si en las seis horas hubiesen sido seis años; ambos se contaban sus deseos y frustraciones, alegrías y tristezas, sus amores y desamores, y muchas cosas más, la noche y las chelas fueron cómplices de aquello que no sabían que recién empezaba; hasta que llegaron a la casa de ella…

Cari: Aquí vivo.

ZZ: Vives aquí?,

Cari: Sí, por qué?

ZZ: Estas jatos antiguas siempre me gustaron.


Cari: A mí también!

ZZ: Varias veces que venía a Barranco solo para ver las casas antiguas.

Cari: No quieres entrar y ver mi casa?

ZZ: Vives con alguien?

Cari: Con mi hermana, pero puedes entrar.

ZZ: Que bueno.


…y entraron y él vio la casa que era de un piso, y el techo alto, la sala decorada con una alfombra y cojines en el piso, telas en las paredes y en vez de una puerta había una cortina entre la sala y el comedor, y había un gran librero (lleno de libros) y un escritorio antiguo…

ZZ: Bueno me voy.

Cari: Está bien!

ZZ: Nos vemos otro día.

Cari: Claro, me gustó conocerte!


…se dieron un beso de despedida, y un abrazo…

ZZ: Una cosa antes de irme.

Cari: Qué?

ZZ: Haces dieta?


Cari: Por qué?

ZZ: Es que estas bien!

Cari: No, yo como de todo.

ZZ: Ejercicio entonces?

Cari: Sí, pero otro tipo de ejercicios.

…él vio su mirada pícara al responderle, fue en ese instante que supo que si se volverían a ver, y que habría algo especial entre ellos…

ZZ: La próxima vez que venga traeré un pollo a la brasa.

…los dos rieron.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me acuerdo de ese día, hacía mucho calor y todo era muy gracioso.
Fueron buenos tiempos, de los mejores que he tenido.

Ch dijo...

Ese fue el rpimer mejor tiempo de todos los que siguieron contigo!