ILUSIÓN DE UNA TRAYECTORIA
LA ILUSIÓN ES UN TRAYECTO
“Lo que llamamos aprender el camino es aprender el ser”
(Maestro Zen Dagon)
La Ilusión, se define según una de sus acepciones como la esperanza infundada, según los filósofos idealistas usan este término como argumento para demostrar que nuestras percepciones no son adecuadas al mundo objetivo.
La ilusión es siempre efímera, transitoria, tiene una temporalidad no definida, puede estar marcada por el deslumbramiento, la esperanza, el deseo, todo aquello que nos proyecta hacia algo a partir de una situación vivencial en el presente que está más allá del bien y del mal.
La manera cómo se experimenta una situación determinada puede ser entendida como una ilusión asimilativa, es decir se produce una alteración de la realidad a partir de una serie de estímulos que se acumulan y la construyen.
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Tal vez más que ilusión podría hablarse de esperanza, ya que esperanza es sinónimo de ilusión, mas no así a la inversa, por lo dicho al principio. Pero el término ilusión aquí habría que entenderlo como esperanza en sentido mas poético, es decir la ilusión, en este sentido esta ya no sería la deformación de la realidad, sino aquello que a partir de una experiencia concreta, como resultado de un sin número de estímulos, da como resultado una vivencia sensorial, pues esta ilusión es una construcción mental que deviene en sensación, es un acontecimiento que ésta determinado por la acumulación y o confluencia de situaciones, es este un proceso sinérgico que conduce a tal resultado, proceso generado y re-generado por las experiencias que se presentan de modo fenoménico, como estructuras organizadas, en las cuales los datos que conforman la estructura generan vacíos que son completados en el proceso mismo por nueva información ya sea interna o externa.
La ilusión poética generada a partir de una estado de felicidad o bienestar, se proyecta hacia el futuro, cosa que podría confundirse con la ilusión en tanto distorsión de la realidad, esperanza infundada, pero podría ser esperanza fundada, si es basada en las virtudes propias de la autora, como resultado de sus propias experiencias, esta actitud estaría aparejada con la filosofía Zen, en la cual se elimina la oposición de lo correcto y lo incorrecto, del bien y el mal, de lo hermoso y lo feo, de lo agradable y lo odioso, y se alcanza un estado perfecto de lo absoluto. Es hacer una mirada alrededor para mirar dentro de sí, mirar alrededor no es tan solo mirar lo que sucede cerca de uno, es mirar mas allá, es mirar la naturaleza que rodea nuestro rededor.
…
El paraíso de la tierra pura no está lejos.
Cuando se oye su verdad con veneración, aunque solo sea una vez,
El que la alaba y la abraza con alegría adquiere méritos infinitos.
Cuanto más el que se vuelve hacia su interior,
Y confirma directamente su propia naturaleza,
Que su propia naturaleza es no-naturaleza.
Este ha trascendido las palabras.
La puerta se abre, y la causa y el efecto son una sola cosa,
El camino transcurre recto; no doble, ni triple.
Tomando como forma la forma de la no-forma,
Yendo o viniendo, él siempre está en su casa.
Tomando como pensamiento el pensamiento del no-pensamiento,
Cantando y bailando, todo es la voz de la verdad.
ctolibertaddescubrirmovimiento
Es esta relación con la naturaleza y el entorno de lo que se sirve la autora para expresar tal ilusión que no es otra cosa que ilusión de crecer, de libertad, porque volver a la naturaleza no significa retroceder a un tiempo prehistórico sino una vida de libertad. Pero libertad para hacer, para crear, para “ser” artista.
De este modo se trabaja la idea de la ilusión a través del agua, las piedras y las bandadas de palomas, ya que en todas están marcadas por lo momentáneo, lo cambiante. El agua con su cadencioso y repetitivo movimiento, como dice uno de los versos de Daito Kokushi: “Busca el agua y no encontraras olas,
Pero las olas surgen del agua”; las piedras, que son cantos rodados, pulidos por el viento y por el mar, son la estabilidad sosegada, sin asperezas y en las palomas la musicalidad de su quietud y la libertad de su vuelo, pero todos siempre están ahí, todos siempre regresan. Y es que esta influencia oriental se manifiesta de manera evidente en las mil grullas de origami, que según la tradición japonesa representa felicidad y bienestar para el futuro, durante un año.
Ilusión de ciclorama: Efecto producido sobre un observador en una habitación u otro lugar cerrado
donde un primer plano los objetos sólidos,
colocados en todos los lados, se funde con un fondo pintado, de
modo que al observador le parece estar en el
centro de una gran área abierta. (Los objetos de historia natural suelen
montarse con frecuencia en vitrinas, de tal
modo que ocupen el primer plano
en los cuatro lados de la habitación con una transición casi imperceptible al pintado
decorado del fondo, produciendo esta ilusión)
Todos estos conceptos se trabajan por medio de la ilusión consciente, que se establece en la experiencia artística a través de la observación hacia la materialización de la muestra, pero esta materialización estaba impregnada de ilusión, de esa ilusión poética emanada de su autora, y es que la muestra en sí es una ilusión en el observador como parte del proceso de la interrelación con los objetos artísticos, instalaciones; la ilusión en tal modo no podía expresarse de otra manera, ya que las instalaciones tienen la virtud de transformar, alterar, distorsionar el espacio que la contiene, en un efecto de ciclorama, y de esta manera acrecentar la sensación ilusoria en el espectador, que también se involucra con la obra porque ésta lo contiene a él; es un proceso de duplicidad mental, en dos sentidos, y de diversas direcciones, que se paralelizan, oblicuan y cruzan en tiempo y espacio, en realidad e irrealidad.
En tal sentido podríamos decir que esta no es tan solo una muestra personal, sino una muestra introspectiva-personal, en tanto refleja el interior, el ser, el pensar, el existir de quien lo hace, es por lo dicho que en la muestra, la interrelación con las instalaciones, es descubrir, es conocer, es relacionarse, en un proceso fenomenológico con el objeto y el sujeto (observador-autor), para comprender que la ilusión es un trayecto, comprender la ilusión de una trayectoria, comprender el trayecto de su ilusión.
La ilusión poética generada a partir de una estado de felicidad o bienestar, se proyecta hacia el futuro, cosa que podría confundirse con la ilusión en tanto distorsión de la realidad, esperanza infundada, pero podría ser esperanza fundada, si es basada en las virtudes propias de la autora, como resultado de sus propias experiencias, esta actitud estaría aparejada con la filosofía Zen, en la cual se elimina la oposición de lo correcto y lo incorrecto, del bien y el mal, de lo hermoso y lo feo, de lo agradable y lo odioso, y se alcanza un estado perfecto de lo absoluto. Es hacer una mirada alrededor para mirar dentro de sí, mirar alrededor no es tan solo mirar lo que sucede cerca de uno, es mirar mas allá, es mirar la naturaleza que rodea nuestro rededor.
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El paraíso de la tierra pura no está lejos.
Cuando se oye su verdad con veneración, aunque solo sea una vez,
El que la alaba y la abraza con alegría adquiere méritos infinitos.
Cuanto más el que se vuelve hacia su interior,
Y confirma directamente su propia naturaleza,
Que su propia naturaleza es no-naturaleza.
Este ha trascendido las palabras.
La puerta se abre, y la causa y el efecto son una sola cosa,
El camino transcurre recto; no doble, ni triple.
Tomando como forma la forma de la no-forma,
Yendo o viniendo, él siempre está en su casa.
Tomando como pensamiento el pensamiento del no-pensamiento,
Cantando y bailando, todo es la voz de la verdad.
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Es esta relación con la naturaleza y el entorno de lo que se sirve la autora para expresar tal ilusión que no es otra cosa que ilusión de crecer, de libertad, porque volver a la naturaleza no significa retroceder a un tiempo prehistórico sino una vida de libertad. Pero libertad para hacer, para crear, para “ser” artista.
De este modo se trabaja la idea de la ilusión a través del agua, las piedras y las bandadas de palomas, ya que en todas están marcadas por lo momentáneo, lo cambiante. El agua con su cadencioso y repetitivo movimiento, como dice uno de los versos de Daito Kokushi: “Busca el agua y no encontraras olas,
Pero las olas surgen del agua”; las piedras, que son cantos rodados, pulidos por el viento y por el mar, son la estabilidad sosegada, sin asperezas y en las palomas la musicalidad de su quietud y la libertad de su vuelo, pero todos siempre están ahí, todos siempre regresan. Y es que esta influencia oriental se manifiesta de manera evidente en las mil grullas de origami, que según la tradición japonesa representa felicidad y bienestar para el futuro, durante un año.
Ilusión de ciclorama: Efecto producido sobre un observador en una habitación u otro lugar cerrado
donde un primer plano los objetos sólidos,
colocados en todos los lados, se funde con un fondo pintado, de
modo que al observador le parece estar en el
centro de una gran área abierta. (Los objetos de historia natural suelen
montarse con frecuencia en vitrinas, de tal
modo que ocupen el primer plano
en los cuatro lados de la habitación con una transición casi imperceptible al pintado
decorado del fondo, produciendo esta ilusión)
Todos estos conceptos se trabajan por medio de la ilusión consciente, que se establece en la experiencia artística a través de la observación hacia la materialización de la muestra, pero esta materialización estaba impregnada de ilusión, de esa ilusión poética emanada de su autora, y es que la muestra en sí es una ilusión en el observador como parte del proceso de la interrelación con los objetos artísticos, instalaciones; la ilusión en tal modo no podía expresarse de otra manera, ya que las instalaciones tienen la virtud de transformar, alterar, distorsionar el espacio que la contiene, en un efecto de ciclorama, y de esta manera acrecentar la sensación ilusoria en el espectador, que también se involucra con la obra porque ésta lo contiene a él; es un proceso de duplicidad mental, en dos sentidos, y de diversas direcciones, que se paralelizan, oblicuan y cruzan en tiempo y espacio, en realidad e irrealidad.
En tal sentido podríamos decir que esta no es tan solo una muestra personal, sino una muestra introspectiva-personal, en tanto refleja el interior, el ser, el pensar, el existir de quien lo hace, es por lo dicho que en la muestra, la interrelación con las instalaciones, es descubrir, es conocer, es relacionarse, en un proceso fenomenológico con el objeto y el sujeto (observador-autor), para comprender que la ilusión es un trayecto, comprender la ilusión de una trayectoria, comprender el trayecto de su ilusión.
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