domingo, 1 de julio de 2007

Un día NO cualquiera

Aquella mañana llegó a su oficina para un nuevo proyecto, estaba distraído como siempre pues su cabeza estaba procesando todo tipo de información en provecho de un nuevo proyecto, que lo tenía preocupado porque no encontraba una solución que lo dejara satisfecho, es que era muy exigente y perfeccionista. Se abrió la puerta del estacionamiento, su mirada estaba fija en el camino pero su mente seguía ausente del lugar, entonces algo distrajo su concentración, era una sombra, que caía sobre su parabrisas, de dónde provenía aquella sombra, si sabía que no existían árboles en el lugar, salió presuroso de su auto y se topó con un plano trapezoidal que creyó que se le caía encima, corrió al interior del edificio, caminaba por el corredor exclamando improperios al diseñador por aquel muro irregular que pensaba se caería, siendo una persona obsesivamente ordenada.
Llegó a lo que antes era el hall para subir a su oficina por la escalera, pero esta ya no existía, su molestia aumentó, aunque también su curiosidad ante la incertidumbre que le producía aquellos lugares conocidos y extraños a la vez, continuó caminado por el corredor que lo conducía hacia la nueva escalera, en el camino veía a las otras personas que trabajaban en el lugar que hablaban y caminaban emocionados; subió por la escalera, una serie de planos aparecían ante su vista, vio hacia arriba y observó una estructura extraña de colores, se dejó guiar por ella hasta llegar al segundo piso, la luz con una diversidad de colores que ingresaba al espacio donde se encontraba parado le hizo dudar de estar en el lugar correcto, se preguntaba ¿tal vez entré por la puerta equivocada?, empezaba a alterarse dentro de su lugar de trabajo, en el que antes se desenvolvía con suma comodidad por su orden, pero entonces vio su nombre escrito en una hoja A-4, que estaba pegada en una puerta, y se dijo no, parece que no me he equivocado, ingreso a su oficina pensando encontrar la tranquilidad habitual en aquel espacio de forma regular, entonces se sorprendió al ver las paredes giradas, las ventanas irregulares, su escritorio deformado, no pensó en trabajar, sino en cómo trabajar, en cómo desplazarse dentro de él, se sentó en su silla, al menos algo era reconocible, especialmente para su cuerpo, pero su conciencia continuaba absorbida por su entorno, ya sentado cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás, pensando que todo era una alucinación y pasaría pronto, después de unos instantes abrió los ojos y su sorpresa aumentó, el techo estaba formado por varios planos, ¿varios techos en un mismo techo?, observó con más cuidado aquel habitáculo, ¿varias paredes en una pared?, ¿cuál es el techo real¡, ¿cuál es la pared real?, en verdad todos los planos son reales.
Luego de unos minutos de incertidumbre, su cerebro empezó a concebir una idea, llamó a su secretaria y le pidió que le trajera varios proyectores de todo tipo. Después de media hora tenía instalado en su oficina proyectores de fotos, de películas, transparencias, cada una dirigida hacia un plano distinto, de las paredes y del techo, colocó varias pantallas planas en las paredes y las encendió todas, se sentó en medio de su oficina y giraba hacia la derecha o izquierda para ver todas la imágenes, informes, trabajos recientes, internet, chat, peliculas, fotos personales, todo lo veía, se sentía Dios, al poder observar todo al mismo tiempo, en un instante no sabía si el que se movía era él o la oficina; minutos después se puso a trabajar en un nuevo proyecto mientras las paredes estaban cubiertas con las imágenes, era como un tapizado en movimiento, parecía no tener conciencia de lo contradictorio de la situación ante el retorno del orden de su dedicación al trabajo inmerso en un espacio que cada minuto se hacía más desordenado, existía un equilibrio que podría quebrarse en cualquier momento, llamó a su secretaria para que le traiga un café, después un vaso con vodka y algo para picar, encargó por teléfono una pizza, que lo comió con su asistente, mientras conversaban de sus pasados, el tiempo transcurría, empezó a ver unos video-clips, alzó el volumen, la manera como el sonido rebotaba en los planos hizo que su cuerpo tan reacio a los movimientos coordinados reaccionara y se puso a bailar, su secretaria entró para recordarle una reunión, la tomó de la mano y bailaron, y bailaron largo rato, la abrazó y la besó (sería un deseo reprimido mucho tiempo), se besaron, entonces ella reaccionó apartándose mientras le preguntaba ¿qué estaba haciendo?, ¿por qué se comportaba de esa manera?, y se retiró sorprendida pensando que su jefe era otro, minutos más tarde se relajo viendo unas fotos en el plano superior derecho de la pared de la izquierda, eran de sus padres, del viaje con sus amigos del colegio, de su enamorada, entonces la llamó por su celular y habló con ella mientras veía el un trabajo y a la vez veía un especial de arte alemán, estaba incontrolablemente emocionado, no entendía qué le sucedía, era como estar en medio de un torbellino, se sintió estar en un estado caótico, cosa que lo asustó, pero luego se dejó llevar. Continuó trabajando con diligencia a pesar de estar rodeado de muchas imágenes y el volumen de todos los proyectores al máximo, los trabajadores de las otras oficinas se desconcertaron ante el escándalo y se pusieron a trabajar aceleradamente.
Horas más tarde su enamorada entra a la oficina y lo ve en actitud frenética queriendo hacer muchas cosas a la vez, sobre su escritorio habían vasos de plástico, platos con restos de comida, tazas con café a medio acabar, vasos de vidrio, botellas de todo tipo de bebidas, papeles arrugados y avioncitos de papel por todo el suelo, ella le preguntó ¿qué le pasaba?, no le contestó, su mirada estaba dirigida a una de las pantallas mientras con sus manos hacía unas figuras de origami con papeles de unos informes; estaba sonriente, entonces la abrazó, apartó todo lo que estaba sobre el escritorio con una mano, la tendió sobre él, el ruido proveniente de todos los proyectores era insoportable, y en medio de aquel desorden, de aquel ruido, de aquellas imágenes, la amó, se amaron intensamente.
Horas después llegaron unas amigos y se quedaron conversando, bebiendo y comiendo durante horas, en tanto en los planos solo se proyectaban video-clips, el volumen continuaba alto, bajaron la intensidad de las luces, arrimaron las cosas haciendo un campo, algunos bailaron mientras otros conversaban y bebían, otras parejas se perdieron en algún lugar del edificio, algunos cuantos cogieron los avioncitos de papel y los lanzaron por las ventanas, permanecieron unas horas más para después retirarse, y se quedó solo con su enamorada, ella se despidió con un beso, que le hizo recordar a su secretaria, algunos proyectores continuaban encendidos, se quedó viendo dibujos animados mientras pensaba que era lo había sucedido, no se asustó más bien se emocionó al conocer otro lado de su personalidad y recordó lo que una vez había dicho Margueritte Yourcenar, que “el verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez hemos dirigido una mirada consciente hacia nosotros mismos”; cuando en eso suena la alarma de su reloj, eran las seis y media de la mañana, tenía que alistarse para trabajar.












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